miércoles, 14 de octubre de 2009

Se cumplió la flor


En el último post hablaba de septiembre y de lo cargadito de buenos propósitos que viene habitualmente para mi. Este año ha terminado con un giro de rumbo y de continuar siendo una abnegada ama de casa dedicada a la crianza de mis hijos y al cuidado de mi marido he dado el salto en mi carrera laboral y para mi sorpresa se cumlió la flor.

Estos días de atrás me llamó un señor por teléfono que decía hablar en nombre de la consejería de inmigración y que si estaba interesada en trabajar hasta junio, de tal hora a tal hora (en total 7), por X € y con las vacaciones de los maestros... ¿todo ese dinero por 7 horas y tantos días de descanso...? ¿Dónde hay que firmar? y me citó para que fuese al día siguiente a su despacho para firmar el contrato.

Y ahí estaba yo con mi reluciente contrato, buscando niñera como loca y nueva guardería para dejar al peque. Pero la suerte cuando se pone de tu lado se lo lleva todo por delante y hace que todo salga rodado... Ahí estaba ese pedazo de madre que tengo corriendo como una loca para que su niño no se quedara solo y en la guarde de debajo de casa tenían una plaza libre para el nene. Mi chico dejó de trabajar por las tardes para encargarse de su hijo y yo encantada de la vida con mi nuevo trabajo y mi nueva situación laboral.